
Para enfrentar los riesgos competitivos y reputacionales es necesario hacer un sistemático análisis de los sesgos de análisis y decisionales.
Las organizaciones están expuestas a riesgos provenientes de competidores y sustitutos (un tipo de stakeholder con quien existen relaciones de rivalidad). Y, además, a riesgos reputacionales que provienen del quiebre de expectativas de otros stakeholders con quienes se busca establecer relaciones cordiales o al menos de no confrontación.
En general, existen indicios previos de estas amenazas. Pero las organizaciones (más bien sus directivos) no siempre les prestan atención. Esto es más común de lo que parece. En el ámbito competitivo, por ejemplo, se manifestó en la crisis…
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