
Es una realidad que, al aumentar los niveles de diversidad, se incrementan también las posibilidades de que surjan situaciones de desacuerdo y conflicto.
No estar de acuerdo es algo que la mayoría de la gente evita siempre que sea posible y esto se debe en gran medida a que las situaciones de desavenencias son percibidas como una amenaza a nuestra forma de pensar.
Sin embargo, un desacuerdo bien manejado puede ser beneficioso, ya que:
- Posibilita la incorporación de nuevas ideas.
- Es una oportunidad de verbalizar las necesidades.
- Estimula la flexibilidad.
- Enseña a escuchar.
- Abre posibilidades a nuevos patrones de conducta.
- Conduce a soluciones.
- Fomenta la práctica de habilidades de comunicación más asertivas.
Amy Gallo, experta en conflicto, comunicación y dinámicas de trabajo, aconseja a las personas que tengan conversaciones incómodas, porque ahí es donde pueden cambiar las perspectivas y abrirse a nuevas ideas.
En otras palabras, salir…
...¿Te gustó? Inscríbete a nuestro newsletter