En servicio al cliente, la principal dificultad para darle en el gusto al cliente son nuestras propias creencias respecto de lo que las personas buscan y valoran.
Todos los negocios buscan tener ventas por sobre los costos, lo que es fácil cuando la empresa fija las condiciones y es más complejo en un ambiente competitivo donde los clientes tienen más opciones para elegir según sus propias preferencias.
Surge entonces la necesidad de una simple estrategia: darle en el gusto al comprador. Entonces, ¿Qué quiere el cliente?
Aparecen entonces varias respuestas, por ejemplo: bajos costos, alta calidad o desarrollar una marca poderosa. Cada una de ellas responde a una creencia de fondo, que el cliente es buscador de precios, de características específicas o de prestigio, respectivamente.
¿Y si las personas buscaran otra cosa además de precios, calidad y prestigio?
Algunas marcas han apostado a entregar una “experiencia”, integrando deliberadamente…
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