
Mientras más cultivemos ciertas cualidades humanas, podremos tener un mejor desempeño en el servicio al cliente. La práctica hace al maestro.
Abordar la atención al cliente de manera seria y profesional equivale a emprender un camino de desarrollo personal, porque el servicio es una invitación a salir de nosotros mismos para observar y ocuparnos de las necesidades de otro, en este caso, del cliente.
Si bien todos desarrollamos competencias en el trabajo, en algunas ocupaciones esos saberes son de uso muy específico; sin embargo, las habilidades y conocimientos que se requieren para el servicio al cliente son de aplicación universal y las podemos ejercitar en todo momento y lugar, ya sea con nuestros amigos, familia y también desconocidos.
Al seleccionar personas para el servicio al cliente, se buscan cualidades humanas como la empatía, capacidad de escucha y amabilidad, que juntas configuran un carácter muy especial llamado…
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