Es necesario que los equipos de trabajo revisen y conversen respecto al poder que tiene la escucha activa y el escuchar colectivo en cada uno de sus miembros. Revisa acuerdos y preguntas clave.
No cabe duda de que muchas veces no nos sentimos “escuchados por el equipo”. ¿Por qué nos referimos a la escucha del equipo y no de cada persona miembro? ¿En qué se diferencian la habilidad individual de escuchar, de la que el equipo me ofrece?
Es fundamental distinguir entre escuchar y oír. Nuestro escuchar está compuesto por dos acciones: oír e interpretar. Es decir, en la escucha se unen nuestras capacidades interpretativas con las capacidades biológicas que tenemos en para oír.
Por lo tanto, sentirnos escuchados depende de la capacidad que el equipo tenga para interpretar lo que nos pasa respecto a lo que deseamos compartir como miembros del equipo.
Es frecuente que, luego…
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