Para lograr una presentación exitosa lo recomendable es preparar con antelación y practicar mucho.
En la actualidad nadie se detiene emocionalmente, con facilidad, a escuchar una presentación. Una de las razones está en la poca valoración que el presentador le da al tiempo de su audiencia y la falta de empoderamiento en el mensaje de los oradores.
Winston Churchill tiene, entre sus máximas de orador, dos: preparar, preparar, preparar y practicar, practicar, practicar.
Hoy la eficiencia es un mandamiento y la oralidad, una obligación. Por lo tanto, se ha vuelto una exigencia para los líderes desarrollar la capacidad de síntesis en sus presentaciones y el cuidado en la entrega.
Presentación exitosa: preparación, preparación, preparación
- ¿Qué les dirá? Esto es lo más demoroso. Lleva días y semanas de reflexión sobre la mejor manera de sintetizar la idea que se tiene en mente. Las presentaciones o discursos necesitan…
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