Los contratos exitosos requieren objetivos claros, transparencia y buenas relaciones humanas.
El éxito del proyecto requiere de objetivos claros y bien formulados, que se transmitan al equipo a cargo y lo impulsen a comprometerse con voluntad y actitud positiva en su desarrollo. Por su parte, el contrato debe buscar un equilibrio entre los riesgos y los incentivos para que se mantenga su naturaleza onerosa, es decir, ambas partes obtengan una utilidad a partir de este.
Para lograrlo, se requieren relaciones de confianza entre el mandante y el contratista, así como negociaciones iniciales y administración del contrato basadas en la buena fe.
Los proyectos son empresas difíciles, y prolongadas. Inevitablemente, habrá diferencias de opinión entre las partes, y estas requieren conversación franca pero respetuosa. Además, en las organizaciones de hoy —públicas y privadas— la transparencia es un objetivo fundamental. En el mundo interconectado actual, el ámbito de…
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