El clientish o idioma del cliente implica reconocer cómo decide y cuáles son los argumentos que le hacen sentido.
¿Qué harías si a tu tienda u oficina llega un cliente extranjero, no entiendes lo que dice y él no te entiende a ti? Nuestra intuición nos anticipa que nadie compra lo que no entiende o cuando no le cree al vendedor. Y sin conversar no se puede presentar el producto ni tampoco generar confianza ni credibilidad. ¿Cuál es la solución? Aprender a hablar en clientish: el idioma del cliente.
Si no le entienden, el cliente se aburre
Obligar al cliente a interpretar nuestro discurso produce pérdida de información y fatiga, lo que es desagradable para él y nocivo para el negocio. Traducir es uno de los procesos más cansadores, exige mucha atención y la mente se distrae. Es decir, deja de escuchar lo que se le está…
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