Hoy, la mayor parte del trabajo de liderazgo se hace a través de la influencia, más que por la autoridad. Hay más colaboración que medios coercitivos.
Las personas somos seres sociales y funcionamos gracias a las variadas formas en que interactuamos y nos influimos unos con otros. Cada uno de nosotros continuamente ejerce su influencia cuando queremos que otro realice algo, esté de acuerdo con algo, que elija algo, o piense de una determinada manera o se comporte en forma diferente.
Muchas veces tenemos la idea de que el poder y la influencia solo le pertenecen a las personas que son muy poderosas e influyentes —presidentes, generales, artistas de cine, pero esto no es así.
En casi cualquier interacción humana, existen múltiples intentos de influir en los demás. Algunos serán directos, verbales y otros más indirectos, no verbales. En estos intentos por influir en las demás…
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