Si cambian las personas, las organizaciones públicas y privadas también pueden hacerlo. Veamos algunos ejemplos y el caso del sistema de Alta Dirección Pública.
¿Cambian los ciudadanos y las organizaciones públicas no? Vamos por parte. Parece difícil modificar el comportamiento de los ciudadanos de un país. Sin embargo, hay casos notables en que, mediante normas, sanciones y propaganda, se ha cambiado costumbres profundamente arraigadas en la población.
¿Habría usted pensado, pocos años atrás, que en Chile se iba a dejar de fumar en oficinas, restaurantes, casas, automóviles, etc.? Y, algunos años antes, ¿habría creído que ponerse el cinturón de seguridad iba a ser un comportamiento casi automático de los conductores al sentarse en su auto?
Hemos evitado epidemias de tifus, cólera, sarampión y otras graves enfermedades porque las autoridades de salud han aconsejado las medidas de salubridad, necesarias en la higiene y preparación de los alimentos,…
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