
Los cambios disruptivos obligan a las empresas a contar con unidades de tecnologías de información (TI) que actúen como una “fábrica” y utilicen metodologías ágiles.
Administrar la unidad de Tecnologías de la Información (TI) es muy diferente a la gestión de otras unidades que soportan la cadena de valor de la organización.
Esta diferencia reside en que la TI se comporta de forma análoga a las unidades de Contabilidad, Finanzas, Compras, Recursos Humanos y otras de la infraestructura de apoyo a la organización.
Sin embargo, lo anterior solo ocurre cuando la TI opera en “modo de soporte”. Es decir, que se comporta como centro de costo y cuya actividad central es la de ejecución estratégica.
Esta unidad de TI es ideal para asegurar que las “luces estén encendidas cuando se necesita” y no es distinta de otros servicios básicos. Esta TI es muy cómoda para gestionar por…
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