Seguir los principios rectores ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) permite crear valor a las empresas. Veamos cómo gestionar los riesgos sociales.
Vivimos en una sociedad compleja, de riesgos líquidos e interdependientes. Para las empresas, identificar y gestionar los riesgos, especialmente ambientales, sociales y de gobernanza (ESG)1, se ha constituido en un imperativo para poder generar valor en el largo plazo, mantener su reputación corporativa y, en definitiva, retener su legitimidad social.
En este ámbito, el marco de los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos, aprobada por las Naciones Unidas en 2011 e incorporado en distintos estándares e índices internacionales —como Líneas Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales —, constituye una poderosa herramienta de gestión corporativa.
De hecho, el estándar de los principios rectores se asocia al cumplimiento del Pilar Social (la S del ESG), aunque…
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