Lo que interesa es el consumo y bienestar de la población en los acuerdos de libre comercio, no la producción.
Recientemente, el presidente Trump, en una entrevista al semanario The Economist, decía que deseaba deshacer o al menos renegociar los acuerdos de libre comercio (ALC), como por ejemplo, el Nafta. ¿Por qué? Porque estos acuerdos, según él, son injustos para los Estados Unidos.
Lo interesante es que esta fuerte afirmación se basa en que el déficit comercial de Estados Unidos con México es excesivo y persistente.
Tener un superávit comercial no debiese ser un objetivo per se; ya que es equivalente a pensar que lo que importa para el bienestar de un país es la producción y no el consumo.
El libre comercio aumenta las fronteras potenciales del consumo y del bienestar
El libre comercio lleva a los países a especializarse según sus ventajas comparativas. Producen y venden productos…
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