
La creatividad sin proceso estratégico no sirve al objetivo de elevar el valor o patrimonio de una marca.
El éxito de una marca depende de cuánto agrada un aviso a su audiencia. Este desafío cae dentro del difícil territorio de la creatividad publicitaria. Mágicamente una pieza publicitaria puede ser elevada al estatus de evento cultural o bien desterrada al olvido.
La creatividad sin proceso estratégico no sirve al objetivo de elevar el valor o patrimonio de una marca. Cuando una campaña resuena en la cultura implica que tuvo impacto, insertando a la marca en el universo simbólico cultural. Pero finalmente las ventas son el indicador que guía a los clientes en sus objetivos comerciales. Muchas veces la creatividad que apoya las ventas gusta más a los clientes que aquella que gana premios.
Creatividad y diferenciación
La hiperoferta de productos y servicios aumenta exponencialmente la cantidad de categorías….
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