En la falta de incentivos a la innovación influyen las ventajas en la explotación de recursos naturales, que tiene una presión competitiva menor a otros sectores.
Gracias al cambio tecnológico, la transpiración quedó en el pasado, pero aún no nos conectamos con la inspiración.
Somos poco innovadores, y esto responde a múltiples factores —como culturales, educacionales—, resistencia al cambio e introducción de nuevas tecnologías, institucionales, de protección a la propiedad industrial e intelectual (Chile forma parte de la lista de países con observaciones de EE.UU. por problemas derechos de propiedad intelectual e industrial), mala alineación en los incentivos y competencias de los desarrolladores de ciencia y tecnología aplicada y las necesidades de la industria, y falta de incentivos y ausencia de presión competitiva que lleve a las empresas a invertir en I+D.
Cerrar la brecha en innovación con los países desarrollados no solo pasa por mejorar la eficiencia del…
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