
El estilo matonesco de un gerente tiene altos costos para el desarrollo de la organización, explica la profesora (Ph.D) Nureya Abarca.
Cuando un ejecutivo/a es responsable de guiar grupos de trabajo hacia metas que son cada día más exigentes, muchas veces puede pensar que debe elegir entre ser “querido” o “temido”. Nureya Abarca (Phd en Psicología) y profesora de Clase Ejecutiva UC (*) desmenuza este supuesto dilema.
— ¿Mano blanda o mano dura para dirigir?
“En principio todos estaríamos de acuerdo en considerar la amabilidad y compasión como cualidades positivas. Sin embargo en los negocios esto se ve como una debilidad. Los gerentes amables son considerados como débiles, suaves o al menos tolerantes de los errores, lo que podría desmotivar a los colaboradores de alto rendimiento. Se les acusa de ser ‘demasiado buenos’”.
“Por el contrario los así llamados…
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