La neurociencia nos ofrece aliados neuronales, que amplían significativamente las capacidades para ejercer el liderazgo. Por ejemplo, las neuronas espejo, osciladoras y fusiformes.
Jeremy Rifkin, en La civilización empática (2010) dice: “Los descubrimientos recientes en el ámbito de las neurociencias y en el del desarrollo infantil, nos obligan a cuestionar la creencia, tan arraigada, según la cual los seres humanos son agresivos, materialistas, utilitaristas y egoístas por naturaleza. Ahora, por el contrario, empezamos a darnos cuenta de que somos una especie fundamentalmente empática, y ello tiene unas implicaciones profundas y de largo alcance para la sociedad”.
Desde la neurociencia, es posible fundamentar que, cuando un líder es empático y sintoniza con los estados de ánimo de su equipo de colaboradores, está influyendo en sí mismo de manera más relevante de lo que puede creer.
Sabemos que la empatía es un aspecto crucial en el ejercicio del…
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