Por muy difícil de medir que resulte, un KPI útil no puede desecharse. Pero, si no se puede medir no sirve.
El otro día un gerente general se enojó cuando le dije que no había medido un KPI que yo le había recomendado que usara. Me contestó en forma bastante dura: “Es que me pusiste un KPI que es imposible medir”. Me dice: “Mira, medir el porcentaje de reducción de la brecha de competencias requeridas para desarrollar el nuevo modelo de negocios es imposible”.
Este caso es bastante común y tiene los dos lados de la moneda. Hay veces que efectivamente hay KPI que son muy difíciles de medir y que no debieran ser usados.
Antes de continuar, respondemos una pregunta básica: ¿Qué es un KPI? Es la sigla de key performance indicator, es decir, un indicador de desempeño clave. Nunca hay que perder de vista…
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