Los pensamientos negativos automáticos (ANT en inglés, como hormiga) si son recurrentes influyen en nuestra autoestima, en las relaciones interpersonales y en la toma de decisiones.
Muchas veces desconocemos la importancia que tienen nuestros pensamientos y, por ende, no les prestamos la atención suficiente, dejándolos que fluyan al azar.
Esa estrategia nos deja vulnerables a formas de pensamiento negativas que no favorecen nuestro crecimiento personal y calidad de vida.
Es normal que nos veamos enfrentados a este tipo de pensamientos, pero ¿qué pasa si estos son recurrentes?
Si este tipo de pensamientos es reiterado puede afectar nuestra autoestima, influir en el tipo de relaciones que establecemos con otros, las decisiones que tomamos o incluso llegar a generarnos problemas de salud.
Por ejemplo, se sabe que cuando nuestra autoestima es baja, somos más propensos al estrés y la ansiedad, así como nos cuesta más recuperarnos de situaciones de fracaso…
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