Cuando vas a una entrevista laboral simplemente sé la persona que eres.
Una vez fui a una entrevista de trabajo una mañana muy fría y lluviosa, estaba nerviosa e ilusionada porque ese trabajo me permitiría trasladarme de ciudad y casarme1.
Llegué antes de la hora a la citación, era mi segunda entrevista en la vida (postulaba a mi segundo trabajo). Cuando entré al edificio sentí que ese era mi lugar y que me quedaría allí. No soy esotérica, ni nada que se le parezca. Hoy al mirar hacia atrás veo que seguí mis instintos, fui yo misma, la conversación con el gerente que entrevistaba estaba programada para 30 minutos, estuvimos conversando más de dos horas. Fue tan agradable, nos reímos de anécdotas laborales de ambos, de mi ciudad natal (Valdivia) y también tratamos temas “serios”, como los llamó: la comercialización de la empresa (y no…
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