Desde siempre la tecnología ha obligado a redefinir las relaciones de poder. En la era digital, se impone la colaboración.
Grandes revoluciones han ocurrido cuando como humanidad hemos encontrado nuevas formas de comunicarnos y colaborar. El Renacimiento, por ejemplo, fue acelerado por la invención de la imprenta, que permitió difundir conocimientos a una escala sin precedentes.
La masificación de los diarios y el periodismo durante el siglo XVIII precipitaron la caída del absolutismo y el surgimiento de la república como forma de gobierno. La invención de la radio a principios del siglo XX aceleró la difusión de propagandas e ideas que desembocaron en revoluciones como la bolchevique.
La televisión jugó un rol en el auge de la contracultura de los años 60 y la subsecuente revolución de las flores. Más recientemente, las redes sociales jugaron un rol en la primavera árabe y en el auge de…
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