El caso del reciente fallo informático de Microsoft y de Crowdstrike sugiere la presencia de puntos ciegos corporativos. Es decir, esas discrepancias entre lo que la empresa cree ver y lo que efectivamente ocurre en la realidad.
Parecía el inicio de esas películas apocalípticas tan predominantes en las plataformas de streaming: vuelos cancelados, transacciones paralizadas, atención a pacientes en hospitales alterados y muchos otros sistemas en ascuas por todo el mundo, enfrentando una pantalla azul indicando que había un problema y que había reiniciar el computador.
Así fue ese viernes 19 de julio de 2024: Microsoft había experimentado una caída global en sus sistemas que afectaba a aerolíneas, a bolsas de comercio, bancos, empresas, transacciones digitales y un enorme etcétera.
Transcurridas unas horas se conoció que este colapso internacional se debía a un error al actualizar un programa de ciberseguridad ejecutado por un proveedor subcontratado por…
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